Como casi todas las construcciones que se realizan actualmente, las casas prefabricadas de hormigón también requieren un mantenimiento regular para garantizar su durabilidad y buen estado.
Pese a ser muy duraderas y resistentes, es importante realizar inspecciones anuales para detectar cualquier signo de desgaste o daños, como grietas en el hormigón, que podrían necesitar reparaciones inmediatas. Este tipo de reparaciones no suelen ser frecuentes.
Además, es importante revisar el sistema de aislamiento y sellado para asegurar que no haya filtraciones de agua o pérdida de calor, lo cual puede afectar la eficiencia energética de la casa. Los sistemas de fontanería y electricidad también deben ser evaluados regularmente para prevenir problemas mayores.
No debemos olvidarnos del exterior de la vivienda. En caso de que tenga jardín realiza una limpieza mensual para mantener su apariencia y prevenir la acumulación de suciedad o moho. Dependiendo del acabado, puede ser necesario repintar o aplicar un sellador para proteger las superficies de las inclemencias del tiempo.
Nuestras casas prefabricadas de hormigón tienen una vida útil considerablemente larga, gracias a la resistencia de los bloques de hormigón y los innovadores métodos de construcción de las mismas.
Muchas personas creen que este tipo de viviendas son menos duraderas que las tradicionales, pero no esto es falso. En condiciones normales y con el mantenimiento adecuado, se estima que una casa prefabricada de hormigón puede durar entre 50 y 100 años o incluso más, dependiendo de varios factores como:
¿Quieres recibir más información sobre nuestras Casas Prefabricadas? El equipo de Qcasa estará a tu disposición.